Trabajo, educación, consumo, salud, vida personal, participación pública, intimidad e igualdad de oportunidades
La transformación digital empresarial y laboral y la popularidad de dispositivos como el Smartphone y los weareables hace necesario llamar la atención sobre la necesidad de contar con hábitos y prácticas digitales que conlleven al bienestar digital. Esto significa: usar la tecnología de una forma positiva y favoreciendo la desconexión laboral como recomiendan expertos como Iván Williams, Policy and Advocacy Manager y antiguo consultor de investigación en IOSH, el Instituto de Seguridad y Salud ocupacional en Reino Unido.
Las dimensiones emergentes del bienestar cobrarán mayor importancia en los lugares de trabajo en los próximos años. De hecho, ya se comienza a hablar del bienestar digital. En él, por el momento, a nivel gubernamental en España se han señalado un total de ocho:
1) Trabajo: incluye una red adecuada y amplia de infraestructuras para contar con una conexión estable y adecuada además de repensar los productos y los servicios ofrecidos y utilizados por las empresas. El objetivo es contar con empleos estables y seguros incluso en entornos de alta incertidumbre como los que se configuran durante las crisis económicas.
2) Educación: refuerzo de las vocaciones STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas).
3) Consumo: conocer los riesgos del ciberconsumo y contar con herramientas que garanticen los derechos de los consumidores.
4) Salud: tecnología para contar con una mejor atención sanitaria a la ciudadanía para detectar y diagnosticar mejor distintas enfermedades.
5) Vida personal: se ha calculado que pasamos conectados un total de 6 horas y 54 minutos diarios. Cuando la hiperconexión es laboral choca frontalmente con la necesaria conciliación.
6) Participación pública: contar con un gobierno de la digitalización para tener una sociedad libre de sesgos y prejuicios.
7) Intimidad: la protección de los derechos en el mundo digital es uno de los grandes desafíos sociales.
8) Igualdad de oportunidades: reducir la brecha digital al igual que la brecha de género, la brecha territorial, la brecha socioeconómica o la brecha generacional