Los expertos de Hiscox han identificado las principales tendencias en ciberseguridad para este año. Según un informe de esta aseguradora, este es el problema que más preocupa al 48% de las empresas españolas. En este contenido te explicamos cuáles son los principales focos de alarma para el 2023.

• Ciberataques motivados por el activismo. Se trata de acciones coordinadas de grupos de presión que expresan sus protestas por aspectos diversos como el cambio climático. De hecho, todo apunta a que las tensiones por la crisis climática irán en aumento y los expertos consideran que algunos activistas pueden recurrir a los ciberataques. Por otra parte, la guerra entre Rusia y Ucrania se está librando también en el ámbito cibernético.
• Diversificación de las bandas de ransomware. El informe revela que en 2021 los ataques de ransomware crecieron de manera notable. Esta situación provocó que se aumentará la presión para tratar de desactivas a estos grupos de ciberdelincuentes. Sin embargo, la reacción de los piratas ha sido la de dividirse en grupos más pequeños que operan con menos recursos y de manera muy focalizada.
• Autenticación y biometría. Las medidas de seguridad para proteger los servicios remotos y las cuentas online crecerán de manera notable en 2023. Los sistemas de autenticación sin contraseñas y a través de la biometría son los elementos clave.
• Ataques contra la fibra óptica. En 2023, como ya sucedió durante el año pasado, se prevé que continúen los ataques contra la red de cableado de fibra óptica. Una demostración de que las amenazas también afectan a los recursos físicos imprescindibles para proporcionar el acceso a internet.
• Cortes de luz. Las complicaciones en el suministro energético surgidas del conflicto en Ucrania han provocado que gobierno de varios países hayan reconocido que es posible que se produzcan cortes eléctricos. Esta situación significaría un debilitamiento de los mecanismos de seguridad y en el flujo de trabajo de las empresas.
• Consecuencias de la crisis económica. Los expertos señalan que la crisis socioeconómica podría causar problemas en la seguridad informática no solo en las empresas sino en el ámbito particular. El informe destaca que puede existir una mayor tendencia a asumir riesgos y adoptar conductas ilícitas buscando una mayor compensación económica. En el entorno de las empresas, el mayor peligro es el aumento de la corrupción interna que puede favorecer el fraude financiero o la aceptación de sobornos a cambio de información.