La competitividad en los profesionales y entre los equipos no se considera como la mejor de las capacidades para el éxito
Un estudio sobre desarrollo de adultos que se realiza en Harvard desde 1938 está llevando, en el análisis de los datos y evolución de las diferentes décadas estudiadas que las buenas relaciones, bien alimentadas, conducen a la salud y a la felicidad. Se trata del estudio longitudinal en profundidad más largo jamás realizado sobre la vida humana.
Quizás, siguiendo esa estela y todo lo que esa conclusión implica, el ‘Harvard Business Review’ acaba de publicar un artículo sobre cómo adaptarse mejor a los cambios y la importancia que tiene para los líderes lograr una calma, deliberada, ante situaciones desconocidas o de incertidumbre. Se plantea como la paradoja de la adaptabilidad: cuando más necesitamos aprender, cambiar y adaptarnos. La estrategia de la calma es un medio para que los líderes hagan un balance de situación descubriendo nuevas soluciones con intención, creatividad y objetividad. Esta práctica se desarrollaría a través de la agilidad de aprendizaje, la autorregulación emocional y conciencia dual.
Gentileza y compasión
Y tomando parte de las enseñanzas de las investigaciones publicadas desde la universidad americana el biólogo y experto en bienestar, Daniel Lumera, señala que hemos identificado tradicionalmente, y basándonos en la teoría de Darwin, a los individuos más fuertes y competitivos como los mejor adaptados. Imponiendo la fuerza lograron reproducirse y hacerse más fuertes. En el libro ‘Biología de la gentileza’ Lumera reivindica la adaptación como la clave para el bienestar y la salud rompiendo con el paradigma evolutivo basado en la competitividad y la ley del más fuerte.
La base hoy se focaliza en la neurociencia que hoy está demostrando que los individuos más adaptados son los más compasivos, los más gentiles. La vida se regula con el principio de interconexión, de interdependencia y de cooperación.
Las personas más gentiles, más compasivas, serían las más capaces de adaptarse a los cambios en una sociedad de cambios vertiginosos. La constancia, humildad, perseverancia, disciplina y paciencia contribuyen a la reducción del potencial conflicto en cualquier plano que se lleve a producir dentro de una organización. La gratitud, ser comprensivos, se transforma en un don que une y contribuye al desarrollo y el éxito colectivo.