Los seguros de alquiler siguen al alza en España. Es lo que se extrae de los resultados del informe del Observatorio Español del Seguro de Alquiler (OESA), en los que se muestra que en 2022 se llegó a asegurar unos 210.000 contratos de alquiler. Dependiendo de qué cifras tengamos en cuenta a la hora de calcular el parque de viviendas en alquiler en España (Savills calcula que son 4,2 millones y el Observatorio de vivienda unos 2.5 millones sin datos del País Vasco y Navarra), alrededor de un 6% de las viviendas alquiladas tiene póliza. OESA cree que es un porcentaje que va a seguir creciendo hasta superar el 10% en 2025.

No es extraño que los propietarios cada vez confíen más en los seguros de alquiler a la hora de arrendar sus viviendas. De hecho, según el informe Experiencia en compraventa en 2022, realizado por Fotocasa Research, la mitad de los motivos por los cuales los propietarios venden en lugar de alquilar son problemáticas derivadas del arrendamiento. Un 22% temen que les estropeen el inmueble, un 16% no quieren tener problemas para cobrar la renta y un 12% tienen en cuenta las malas experiencias con inquilinos anteriores. Todas estas problemáticas están recogidas en ARAG Alquiler para garantizar la tranquilidad de los propietarios.

Las ventajas de contratar un seguro de alquiler

Una de las garantías estrella de ARAG Alquiler es, precisamente, el adelanto de rentas en caso de que el inquilino deje de pagar. Si hay un impago, la compañía pagará las mensualidades mientras esté en proceso la reclamación por vía judicial, sin que la espera suponga un perjuicio económico para el arrendador. Por otra parte, también se incluye la reclamación en caso de que haya daños a la vivienda e incluso indemnización por actos vandálicos al recuperarla. Las malas experiencias con los inquilinos, por lo tanto, estarán suavizadas gracias a la protección que brinda la propia póliza.

Además, ahora se puede añadir la protección ante la ocupación ilegal al seguro de alquiler, completándolo con coberturas como la reclamación por ocupación ilegal o la reclamación de daños ocasionados al inmueble.

No solo son ventajas para el propietario, pues para el que pretende ser un buen inquilino puede suponer ahorrarse dinero en fianzas adicionales o la exigencia del pago de meses por adelantado. Esto hace que el desembolso inicial al alquilar no sea tan grande, una ayuda extra que puede venir muy bien, sobre todo si tenemos en cuenta el aumento de precios de las viviendas en alquiler. Por último, para las agencias también supone una ayuda en su labor de alquilar viviendas, empezando por los filtros de viabilidad de los inquilinos que la aseguradora realiza previo a la contratación.