Hace ya muchos años que España se encuentra, junto a Japón y otros países europeos, en las posiciones más altas del ranking de longevidad. La esperanza de vida al nacer ha ido creciendo en los últimos años. Una tendencia que tiene su reflejo en datos acerca de la edad de la población española. Por ejemplo, los mayores de 65 años son ya más de nueve millones y los nonagenarios están ya cerca del medio millón de personas.

Los mayores de 45 años son ya cerca de la mitad de los españoles, más de 22 millones que suponen un segmento superior al 47% de la población total y que en unos años harán crecer todavía más el grupo de seniors. Esto representa una gran oportunidad para el sector asegurador que puede crear productos personalizados para cubrir las necesidades del colectivo de gente mayor. Se trata de un colectivo con ingresos recurrentes (como mínimo la pensión) y con una vida activa en su mayoría y con demandas de servicios. Para las aseguradoras se abre una nueva oportunidad de satisfacer las demandas y necesidades de este segmento de población cada vez más numeroso.

Actualmente, las aseguradoras están creando ya producto para este colectivo, especialmente en los ramos de salud y vida. Hay un aspecto muy positivo y es que cada vez envejecemos con mejor salud. La calidad de vida ha aumentado y los avances médicos también. Esto ayuda a que los seniors no solo crezcan en número sino en calidad. Uno de los primeros seguros que está experimentando cambios es el de salud , ya que las pólizas se están adaptando a los cambios en la edad de los clientes y han de garantizar la cobertura en edades que hasta ahora solían estar fuera del alcance. Un gran porcentaje de los mayores de 70 años vive solo y demanda también otro tipo de seguros.