La caída del puente de la ciudad norteamericana ha provocado múltiples costes que deberán asumir diferentes compañías e instituciones implicadas.
La colisión de un buque carguero contra el puente Francis Scott Key de Baltimore ha tenido innumerables consecuencias. La más importante es el drama humano de las seis víctimas mortales, pero ha dejado también un reguero de desperfectos y situaciones diversas cuyos costes no está claro quién deberá asumir.
Todavía es demasiado pronto para estimar el impacto económico total del accidente, pero es evidente que entre el coste de reconstruir el puente de décadas de antigüedad, la compensación a las familias de las víctimas y el pago de los daños por las interrupciones en la cadena de suministro y el lucro cesante, el coste final del desastre será enorme.
Joe Biden, el presidente norteamericano, se avanzó a todos e indicó que el gobierno federal debería ser responsable de pagar la reconstrucción del puente derrumbado. “Mi intención es que el gobierno federal pague el costo total de la reconstrucción de ese puente, y espero que el Congreso apoye mi esfuerzo”, afirmó Biden.
El puente fue construido en la década de los 70 con un coste inicial de 60 millones de dólares, pero la reconstrucción costará como mínimo diez veces más. El de Baltimore se encuentra entre los puertos más transitados del país y cada año acoge a más de un millón de contenedores. El colapso del puente cerró el puerto a todo el tráfico marítimo y a la mayor parte del tráfico por carretera hasta nuevo aviso y supondrá un importante impacto económico para muchos negocios de la zona.
Según la agencia de calificación crediticia Morningstar DBRS, este accidente podría convertirse en la pérdida asegurada marítima más cara de la historia, superando el récord de 1.500 millones de dólares que costó el naufragio del crucero Costa Concordia en 2012 frente a la costa italiana. Morningstar DBRS estima que las pérdidas totales aseguradas por el desastre de Baltimore pueden alcanzar los 4.000 millones de dólares.
El buque siniestrado es propiedad de una empresa de Singapur. Ahora habrá que concretar qué parte de las indemnizaciones asumen todos los implicados: el carguero, las compañías logísticas con carga a bordo del barco, las administraciones públicas y sus correspondientes aseguradoras. El buque transportaba 330 contenedores que tienen que ser entregados por otra vía.