El e-commerce se consolida durante la pandemia y representa otra opción para agentes y corredores
La pandemia ha dejado muchas consecuencias. Una de ellas es el cambio de hábitos en el consumo y entre ellos la tendencia al alza del e-commerce que se ha consolidado y se presenta como una opción para muchos colectivos profesionales para encontrar una nueva fuente de ventas o, como en el caso de los mediadores de seguros para dar apoyo a los clientes que optan por esta vía.
El comercio digital se revela como una alternativa para el comercio de proximidad y para el negocio de muchas Pymes. Esta nueva línea de actividad implica nuevos riesgos y ofrece a los mediadores una oportunidad para asesorar a sus clientes sobre las coberturas necesarias para su negocio digital.
El confinamiento que hemos vivido ha impulsado el comercio electrónico a otro nivel. Los primeros análisis señalan que en España este tipo de comercio se ha multiplicado por 2,5 durante los meses duros de la pandemia. Resulta muy ilustrativo ver la evolución del tipo de productos adquiridos por los consumidores durante este periodo. Al inicio, las ventas se concentraban en productos básicos, especialmente del segmento de alimentación y del de farmacia. A finales de marzo, ya con tres semanas de encierro variaron los patrones de comportamiento de consumo, se aceleró el número de ventas y se extendió a muchos sectores. Algunos de los que más nivel de actividad han tenido son los deportes, la jardinería, el ocio y las mascotas.
El retorno a la ‘normalidad’ ha implicado, lógicamente, un descenso de la actividad del e-commerce, pero el nivel de ventas está por encima del que existía antes de la llegada del coronavirus lo que parece indicar que esta crisis sanitaria ha dado el impulso que el e-commerce necesitaba para ser ya un factor común en la mayoría de los consumidores.
Este incremento del número de clientes del comercio electrónico ha afectado positivamente a las grandes plataformas, pero se ha traducido también en una gran oportunidad para negocios de proximidad y para pequeñas y medianas empresas. Este tipo de actividad precisa de unas buenas coberturas aseguradoras y es en este punto en el que entra el mediador de seguros, proporcionando asesoramiento para encontrar la póliza adecuada en cada caso para hacer frente a peligros como el ciberriesgo, la garantía de pagos y cobros por vía electrónica o la posibilidad de cese temporal del negocio a causa de un apagón tecnológico.
Concretamente, la gestión de una tienda online requiere de una serie de seguros para proteger los intereses del comerciante, tanto en aspectos de negocio como de material informático, almacén o diversos bienes. Hay una serie de seguros que cubren los riesgos derivados de esta actividad:
- Seguro de responsabilidad civil general que cubre la responsabilidad civil de explotación, patronal y de productos y la defensa jurídica frente a estas reclamaciones.
- Seguro de compras que consiste en una póliza para empresas dedicadas a la venta de productos directamente al consumidor. Incluye asesoramiento técnico sobre calidad y seguridad y una ampliación de la póliza de responsabilidad civil.
- Póliza de transporte terrestre.
- Seguro para equipos informáticos y electrónicos.
- Seguro genérico para supuestos como robo, incendio, explosiones o daños causados por fenómenos meteorológicos.
- Seguros para las oficinas (continente y contenido).