El expediente de la CNMC, el cierre de oficinas y los estudios que revelan que sus productos aseguradores son más caros dificultan el futuro del operador bancario
Se acumulan las malas noticias para el negocio asegurador de la banca. Estudios que revelan que sus precios de comercialización de seguros son más altos que los de la mediación; pérdida de presencia física en la calle; quejas por ‘mala praxis’, y la sensación por parte del consumidor de limitaciones en el asesoramiento en seguros.
Hace años que la banca apostó por la distribución de seguros como una de sus fuentes de ingresos relevantes. Una gran capilaridad, una inmensa base de datos de clientes y un imponente músculo financiero hacen de la banca un rival extremadamente poderoso. Sin embargo, a esas ventajas competitivas, los mediadores de seguros han constatado muchas veces a través de sus clientes que los operadores de banca han utilizado otros mecanismos menos ortodoxos para ganar cuota de mercado.
A pesar de la indiscutible potencia de la bancaseguros, la mediación ha sido capaz de resistir el desafío apoyándose en su condición de expertos en seguros y su relación de confianza con los clientes.
Sin embargo, en 2021 a esas fortalezas de agentes y corredores se unen otra serie de hechos que debilitan la posición de la bancaseguros y que, además, sacan a la luz pública las quejas que los mediadores y sus representantes institucionales hace años que manifestamos.
Sin duda, una de las malas vibraciones que afectan a la posición de la banca tiene que ver con el expediente que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) abrió el pasado mes de junio a a cuatro entidades bancarias por prácticas abusivas en la comercialización de los créditos ICO. En concreto, las sospechas se centran en si obligaron a los clientes a contratar un seguro, una alarma o otros productos financieros como paso previo a tramitar un préstamo avalado con fondos públicos.
Recientemente, se ha conocido las conclusiones de un estudio elaborado por Inese y Global Actuarial sobre el precio de comercialización de los seguros. El informe revela que existen enormes diferencias entre los precios de aseguradoras y bancos en la comercialización de los productos de Vida Riesgo Individual. La banca es más cara de media. Existen otros estudios anteriores que coinciden en esta misma idea.
Por otra parte, la gran presencia física de la banca en la calle se reduce a gran velocidad. Las fusiones y las nuevas tendencias de la sociedad han hecho que el cierre de oficinas bancarias sea una constante en los últimos meses. Se estima que este año se cerrarán 4.000 sucursales y muchos municipios pequeños se han quedado sin su oficina bancaria por primera vez.
Un conjunto de malas vibraciones que afectan a la imagen y la reputación de la banca en el mercado de la distribución de seguros.