No se trata de trabajar más horas sino de optimizar al máximo el tiempo que dedicamos a cada tarea
Con cada entrada de año es frecuente oír hablar de los ‘propósitos de año nuevo’. La lista de retos personales puede ser tan larga o corta como queramos pero lo cierto es que el verdadero objetivo está en ser capaces de mantener, al menos, un número limitado de esas metas a alcanzar y que se conviertan en un hábito. Al conseguir realizar esos propósitos, aunque sea en parte, nos sentimos mejor con nosotros mismos y mucho más motivados. Tampoco hay que echarse la caballería encima si no logramos cumplir. Los especialistas en psicología recomiendan ir paso a paso y tratar de asumir, sobre todo, objetivos alcanzables.
En el trabajo, sacar más partido al tiempo no tiene nada que ver con trabajar más horas. De hecho un estudio de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) concluyó que la productividad disminuye de forma importante con el paso de las horas. Por ejemplo, a partir de las 50 horas de trabajo a la semana, la productividad se reduce de forma drástica, según la investigación.
La mayoría de las personas que quieran ser productivas en el trabajo tienen, por lo general, que encontrar momentos para:
1.- Desconectar. La capacidad de atención y concentración cerebral comienza a decaer en torno a los 20 minutos. Además, la disponibilidad 24/7 está totalmente desaconsejada. Si un emprendedor no puede liberar los fines de semana o algún día de descanso entonces lo mejor es buscar momentos esos días para ocuparse de responder mails, por ejemplo. Una buena manera es tratar de hacerlo, si hay niños en casa, cuando estos estén en la cama. De esta forma se habrá conseguido pasar tiempo en familia durante el resto del día.
2.- En casa, no dejar todo para el fin de semana. Si el objetivo es tener tiempo de descanso y esparcimiento en los fines de semana y festivos en lugar de concentrar todas las tareas del hogar esos días la meta puede ser tratar de hacer un calendario de tareas que ir cumpliendo día a día entre semana. Tiene que haber una tarea y un tiempo asignado y se trata de lograr acabarla en ese tiempo. Si aun así queda algo por hacer programa otro momento. Lo importante es tratar de ir haciendo y mantener una dinámica. Sin agobios. Todo el plan debe orientarse a encontrar ese tiempo que se necesita para descansar y disfrutar del tiempo libre, de la familia, de los amigos…
3.- Hacer ejercicio. Contar con un plan de ejercicio no solo buscar mejorar nuestra salud sino que permite desconectar, reducir el estrés, liberar tensión y permitir, incluso, que a nuestra mente acudan nuevas ideas. La creatividad y la relajación están muy unidas.
4.- Favorecer la reflexión. Cuando podemos desconectar es más fácil reflexionar con calma sobre las cosas y los temas que nos afectan y, de esta manera, encontrar soluciones.
5.- Hacer lo que nos encanta. Si tenemos una pasión, es importante dedicarle espacio. Tenerla o encontrarla nos aporta emoción vital, ilusión, aparta el estrés y las preocupaciones, abre la mente y facilita el disfrute. Dedicar tiempo a leer, a cocinar si nos encanta hacerlo, a escuchar música… saber divertirse es una clave fundamental para tener éxito.
6.- Despertar cada día a la misma hora. Aunque sea fin de semana es mejor tratar de levantarse, más o menos, a la misma hora que el resto de la semana. El cerebro alcanza su máximo rendimiento entre 2 y 4 horas después de despertarnos así que, aprovechando la hora temprana, podemos hacer ejercicio primero y después pasar a una actividad mental. Nuestra creatividad recibirá un buen impulso.
7.- Reservar unos minutos para planificar la semana. Es cierto que las planificaciones pueden saltar en cuestión de un instante pero tener un pequeño plan nos permite empezar la semana más preparados. Basta con reservar unos minutos para plantearnos los próximos días.