La legislación no exige la contratación de un seguro obligatorio para los menores de Tercero de ESO
La salud y el bienestar de los hijos es siempre motivo de preocupación para los padres. Cuando los niños están lejos de casa es lógico que esa preocupación aumente. En este sentido, la legislación vigente no obliga a la contratación de un seguro escolar que cubra la asistencia sanitaria de los alumnos en caso de enfermedad o accidente en el centro escolar, tanto si es público como privado. No obstante, esto no significa que los menores estén en una situación de desamparo por lo que respecta a la asistencia sanitaria, ya que son, como el resto de ciudadanos, beneficiarios del sistema público de salud.
La situación cambia en los alumnos menores de 28 años y a partir de tercero de ESO, incluyendo también la formación profesional y la universidad. En este caso la legislación si que contempla un seguro escolar obligatorio. De esta cobertura se benefician también los alumnos extranjeros residentes en las mismas condiciones que los españoles siempre que cursen estudios en el país y sean menores de 28 años. Este seguro cubre un amplio abanico de prestaciones “relacionadas con accidentes escolares, medicina y cirugía general, neuropsiquiatría, toxicología, tuberculosis pulmonar y ósea y otras “, según informa el Servei Català de Salut (CatSalut)
Los centros escolares sí tienen la obligación de disponer de un seguro de responsabilidad civil. Hay casos, en los que los centros contratan otros seguros de tipo voluntario para cubrir otras eventualidades y posibles riesgos. Es una decisión que no viene marcada por legislación y que obedece al criterio de cada centro.
Si tienes dudas sobre el resto de seguros que ofrecen coberturas a tus hijos fuera del hogar puedes consultar a tu mediador de seguros. Te informará, por ejemplo, sobre los seguros contratados por el ayuntamiento de tu municipio ante posibles accidentes en los parques infantiles y cómo puedes ejercer tus derechos.
Además, tu corredor o agente de seguros también podrá asesorarte sobre otras necesidades adicionales de cobertura que pueden necesitar tus hijos para cubrir todos sus riesgos.