Configura sistemas de trabajo que ofrece oportunidades de crecimiento a profesionales y empresas
El aprendizaje tecnológico es el conjunto de experiencias técnico-productivas y de conocimientos sobre ellas que acumulan empresas y profesionales a lo largo de su trayectoria. Todo ello configura sistemas de trabajo que ofrece oportunidades de crecimiento a profesionales y empresas.
La reestructuración de unidades de negocio, de procesos de trabajo, de formación continuada… se apoya, entre otros elementos, en una importante base de herramientas tecnológicas que se actualizan de forma continuada. En 1991 los autores Giral y González definieron tres actividades principales para el aprendizaje tecnológico: documentación de la información, capacitación del personal y actualización en tecnología. A estas otros estudiosos como Ávalos y Arvanitis añadieron otras acciones como la vigilancia tecnológica.
Los constantes cambios no solo en el entorno digital sino en tecnología digital han facilitado que empresas y profesionales apuesten por soluciones innovadoras para optimizar sus procesos de gestión, ventas, atención al cliente… Todo ello requiere de un aprendizaje tecnológico continuado que está sumando la gestión de datos, la integración de soluciones de inteligencia artificial para, en mediación, facilitar al cliente las opciones óptimas para dar solución a sus necesidades aseguradoras y también para optimizar el funcionamiento empresarial de la correduría o la agencia.
Dónde adquirir nuevas competencias tecnológicas
La adquisición de nuevas competencias tecnológicas es hoy uno de los intereses profesionales más destacados y dónde adquirirlas, de forma orientada a la mediación, con tecnología de vanguardia e impartida por profesionales de referencia es una de las claves de la formación continuada.
En este sentido se debe destacar la programación formativa de la Fundació Auditorium y el Col·legi que incluye de forma regular formaciones vinculadas a soluciones tecnológicas solventes en mediación y a la asimilación de habilidades o competencias vinculadas al entorno digital –como capacidades técnicas y habilidades blandas- para maximizar el rendimiento de los canales virtuales donde también se desarrolla la actividad mediadora.
Formaciones en marketing digital o analítica de datos forman parte habitual del aprendizaje tecnológico en mediación.