La sostenibilidad se ha convertido en un eje fundamental en la gestión de las empresas. El sector asegurador no es ajeno a esta tendencia que cada vez gana más protagonismo. El impacto ambiental, la huella social y la gobernanza son tres de los vectores de referencia para medir la sostenibilidad. Así trabaja el sector estos conceptos.

1- Incorporando la sostenibilidad en la suscripción de seguros

Un claro ejemplo son las pólizas que cubren riesgos climáticos. El sector puede recomendar medidas que eviten o mitiguen los efectos negativos y fomenten la prevención.

2- Activos sostenibles

Otra iniciativa es favorecer desde el sector las inversiones en activos ESG (medioambiente, social y gobernanza por sus siglas en inglés). Esta es una tendencia claramente al alza en los mercados financieros.

3- Favorecer acciones sostenibles

Desde el seguro se fomenta la colaboración con terceros para impulsar iniciativas sostenibles, tal y como propone la ONU en sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). El seguro tiene relación con todos los sectores de la economía y mantiene multitud de relaciones que le facilitan esta labor.

4- Crear empleo de calidad

El compromiso con la huella social se hace evidente en la capacidad del seguro para generar empleo estable y de calidad. Más del 95% de los puestos de trabajo en el sector tienen un contrato indefinido. Por otra parte, en materia de igualdad, el 30% de los puestos directivos del sector están ocupados por mujeres.