La autoaceptación es clave para eludir la aceptación de los demás y sus nocivas consecuencias para la inseguridad que podemos llegar a sufrir

happy young friends gossiping and sitting on sofa on grey

La aprobación de nuestra madre, de nuestra familia, de los amigos y no tan amigos, de los profesores, de los vecinos, de los compañeros de trabajo, de los colegas de profesión… la lista puede ser larga. El punto de vista de nuestro entorno puede haber marcado algunas de nuestras acciones; en especial durante las etapas más tempranas de la vida.

Los especialistas en inteligencia emocional -como el autor de ‘Psicohigiene’ Javier Urra- destacan que el deseo de ser aceptado y valorado por los demás es un deseo natural pero no debe limitar nuestra autenticidad. Contar con estrategias efectivas para lograr la autoaceptación y mejorar nuestra autoconfianza ayuda de forma significativa a nuestra libertad de expresión. Podemos lograr muchos avances con las siguientes recomendaciones:

1.- Mejorar en el autoconocimiento. Saber quién somos, cuáles son nuestras virtudes, fortalezas o puntos débiles significa conocernos a nosotros mismos. Si nos conocemos bien, si trabajamos en aprender cómo somos, qué nos gusta y qué no o cuáles son nuestros valores y principios como persona nos evita con frecuencia consultar la opinión de los demás.

2.- Las opiniones son opiniones y son personales y, con frecuencia, subjetivas.

3.- No podemos controlar lo que piensan los otros y no tenemos que caer bien a todo el mundo.

4.- Es mejor enfocar nuestros objetivos como personas en nuestro desarrollo y crecimiento personal, en la potenciación de nuestras habilidades y talentos. Al sentir que mejoramos como personas, sentimos más autosatisfacción.

5.- Conviene ser consciente de los propios logros. Para ello se trata de hacer revisión del pasado, ver de qué sentimos orgullo porque ha sido nuestro avance personal y avanzar hacia el presente.

6.- Es interesante cultivar la mentalidad positiva sin caer en que siempre tenemos que estar bien en todo momento y lugar. A veces podemos permitirnos la tristeza, las dudas… somos humanos. Ser conscientes de la propia humanidad y saber que podemos avanzar a partir de ahí con nuestro crecimiento y aprendizaje nos puede ayudar, en especial, si vemos la parte positiva de las cosas.

7.- Es clave tener que nuestras relaciones –de pareja, con la familia, con los amigos, con los compañeros de trabajo…- sean de respeto mutuo y apoyo sin sentir condicionantes.

8.–Ayuda la práctica de la empatía. Tratar de comprender a la otra persona nos ayuda a ser más compasivos –incluso con nosotros mismos- y nos ayuda a rebajar la exigencia que podemos llegar a desarrollar a nivel interno y externo.

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