Para los mediadores, cada cliente es un mundo y merece recibir un asesoramiento individualizado que le permita disfrutar de una oferta de productos a medida. Esta adaptación a unos requerimientos concretos es especialmente necesaria a la hora de asegurar un hotel porque se trata de un establecimiento que proporciona multitud de servicios, entre ellos algunos tan importantes como los de comer y dormir. Estos son algunos de los tipos de seguros que un hotel puede contratar:

Seguro de propiedad
Cubre daños o pérdidas en la propiedad del hotel, incluyendo el edificio, mobiliario, equipos y otros activos.
Seguro de responsabilidad civil
Protege contra reclamaciones por lesiones corporales o daños a la propiedad de terceros que puedan ocurrir en las instalaciones del hotel.
Seguro de responsabilidad del empleador
Ofrece cobertura en caso de lesiones o enfermedades de los empleados mientras están en el trabajo.
Seguro de interrupción del negocio
Ayuda a compensar las pérdidas de ingresos y gastos operativos en caso de que el hotel deba cerrar temporalmente debido a un siniestro cubierto.
Seguro de daños a la propiedad de los huéspedes
Cubre la pérdida o daño a las pertenencias de los huéspedes mientras están en el hotel.
Seguro de responsabilidad de alimentos y bebidas
Específico para hoteles que ofrecen servicios de alimentos y bebidas. Cubre reclamaciones relacionadas con intoxicaciones alimentarias u otros problemas de salud causados por la comida y bebida servidas en el hotel.
Seguro de vehículos comerciales
Si el hotel posee vehículos para el transporte de huéspedes u otros fines comerciales.
Seguro de ciberseguridad
Protege contra amenazas cibernéticas y pérdida de datos, especialmente importante en la era digital para proteger la información confidencial de los huéspedes.
Seguro de eventos
Si el hotel organiza eventos, este tipo de seguro puede cubrir cancelaciones, interrupciones o responsabilidad durante dichos actos.