Cuando finaliza un contrato de alquiler de vivienda, la parte inquilina deberá hacer entrega de las llaves a la propiedad para que pueda revisar el estado del inmueble y devolver la fianza si todo está bien.
Un contenido de ARAG
Para poder recuperar la fianza en su totalidad, el inquilino o inquilina deberá devolver la vivienda en el mismo estado en el que se encontraba cuando se inició su contrato. Ante la presencia de daños en la vivienda, la propiedad descontará de la fianza su importe. Es recomendable que si la parte inquilina observa algún desperfecto en la vivienda al iniciarse el contrato lo comunique por escrito a la propiedad, acompañando fotos, para que se repare o, al menos, dejar constancia.
Devolverla en el mismo estado implica también que durante la duración del contrato no se deben haber hecho modificaciones u obras no consentidas por el dueño o dueña.
También deberá entregarse la vivienda limpia, libre de enseres u objetos personales, salvo los muebles y electrodomésticos que se incluyeron en el inventario.
Otra de las obligaciones consiste en avisar de la finalización del contrato con al menos 30 días de antelación, una vez transcurridos los 6 primeros meses desde el inicio del contrato, tal y como señala la Ley de Arrendamientos Urbanos. Si el plazo de preaviso es inferior, la propiedad podrá retener de la fianza la parte de la mensualidad proporcional a los días restantes. También se puede recoger en el contrato que, si el inquilino o inquilina desiste del contrato antes de cumplirse el tiempo pactado, deberá indemnizar a la propiedad con una cantidad equivalente a una mensualidad de la renta en vigor por cada año del contrato que falte por cumplir.
Por último, se deberá estar al corriente del pago de las rentas y de otros recibos, como los de suministros, o se descontará de la fianza.
Y, si pese a todo no se consigue la devolución de la fianza, se puede solicitar la ayuda de ARAG. ARAG Inquilino es una póliza de defensa jurídica que ofrece asistencia en la revisión y redacción de contratos y documentos relacionados con el alquiler de la vivienda habitual, como las comunicaciones relacionadas con obras, reparación y mantenimiento del piso, ruidos, subida del alquiler, entrega de llaves, etc. y tiene cubierta la defensa y reclamación de los términos del contrato. Además, se incluye la garantía de adelanto de la fianza en los casos en los que el propietario no la devuelva, aunque esté obligado a hacerlo.