Las ventas de los seguros de viaje se están beneficiando del incremento en la comercialización de viajes para las vacaciones de Pascua
Continua el optimismo en las ventas de viaje. Las reservas acumuladas desde el mes de enero hasta Semana Santa muestran que el turismo español se ha recuperado de forma excelente y los hoteleros están convencidos de que la temporada de verano de este año será muy positiva.
Los seguros de viaje también notan esta tendencia. En ARAG, por ejemplo, ya cuentan con un crecimiento del 31% durante los meses de enero y febrero respecto al 2022. Es evidente que ahora todos somos más conscientes de la importancia de viajar con protección por lo que pueda pasar, un hecho que antes solo teníamos en cuenta en grandes viajes o destinos lejanos. Si en el 2019 eran un 25% los viajes que contaban con un seguro, este porcentaje subió al 60% en el 2022. No es el único cambio de tendencia, ahora, por ejemplo, también se contratan los viajes con mucha menos antelación.
Sobre el éxito de los seguros de viaje de ARAG, Raúl Pérez, Director de Negocio de Asistencia en Viaje de la compañía, tiene claro el motivo: “es una cuestión de calidad del servicio. De hecho, es nuestra principal obsesión y, año tras año, nos valoran en este sentido, tal y como se refleja en el Barómetro de ADECOSE. En esta ocasión, la mediación nos ha calificado una vez más como la mejor compañía de seguros de viaje”. En ARAG destacan que aquellos asegurados que han contratado una póliza con ellos y han tenido que utilizarla, vuelven a contratarla en el futuro. Pablo Etturi, Jefe de la Unidad de Prestación de Servicios de Asistencia de ARAG, explica que “los clientes exigen calidad y eficacia en el servicio. Una vez utilizados, valoran sobre todo la proximidad que ofrecemos”.
Como cualquier profesional del mundo de los seguros sabe, la seguridad y la flexibilidad son dos valores que pueden aportar las pólizas de viaje. Por un lado, garantizan la asistencia médica y ofrecen soluciones a los contratiempos que un viajero puede sufrir durante las vacaciones. Y por otro, garantías como los gastos de anulación hacen que reservar un viaje no suponga jugársela si, al final, se tiene que cancelar.