Florencio González, director del departamento de Construcción deAsefa, nos explica en este contenido el concepto de habitabilidad y su importancia tanto para el bienestar de las personas como en el ámbito asegurador
Cuando hablamos de habitabilidad, no siempre tenemos claro el significado de un concepto tan intangible y amplio, lo que nos lleva muchas veces a perdernos en cuestiones de difícil trasposición al entorno en el que vivimos. A continuación, explicaremos cómo alcanzar el conjunto de prestaciones que un inmueble ha de cumplir para que pueda considerarse apto a efectos de habitabilidad, o dicho de otra manera, adecuado al uso y nivel de confort con el que se fue concebido.
Ámbito legal y normativo
La principal referencia que debemos tener en cuenta a la hora de hablar de habitabilidad en el sector inmobiliario es la que aparece en el artículo 3 de la Ley de Ordenación de la Edificación (38/1999 del 5 de Noviembre) en el que se definen los plazos de responsabilidad, en este caso del promotor, en cuanto a dar respuesta a reclamaciones de daños que afecten a los elementos constructivos y las instalaciones del edificio que no permitan satisfacer el requisito básico de habitabilidad, por un periodo de tres años desde la recepción de las obras.
Para ello, define cuatro posibles escenarios diferentes a partir de los cuales se podría clasificar el daño declarado:
– Higiene, salud y protección del medio ambiente: conocido comúnmente como requisitos de salubridad;
– Protección contra el ruido: que vela por las condiciones de aislamiento acústico de las diferentes estancias del inmueble de cara a la protección de la salud de las personas y la correcta adecuación al uso de sus espacios;
– Ahorro de energía y aislamiento térmico: donde el legislador busca marcar las pautas de diseño que permitan alcanzar un estándar de eficiencia energética cada vez más exigente fomentando el uso de energías renovables y por último lo que se denomina
– Otros aspectos funcionales de los elementos constructivos o de las instalaciones: para dar respuesta a todos aquellos aspectos que no han sido recogidos explícitamente en los anteriores puntos y que de no tenerse en cuenta pudieran plantear un obstáculo de cara a conseguir el uso satisfactorio del edificio.
La manera de materializar en el diseño de un edificio las soluciones constructivas que permitan cumplir con el requisito de habitabilidad viene definida en el Código Técnico de la Edificación (CTE). La primera edición del CTE en 2006, ha sufrido, a lo largo de los años, varias revisiones siendo la más reciente la realizada en diciembre de 2019 y que ha sido elaborada como guía práctica.
Tendencia socio-político-económica
Hoy en día, existe una marcada tendencia hacia el fomento de todos los aspectos relacionados con la sostenibilidad y la eficiencia y el respeto con el medio ambiente. El sector de la construcción no puede ser ajeno a este movimiento global que hace que el cuidado por el cumplimiento del requisito de habitabilidad en los edificios de uso residencial sea, cada vez más, un valor a tener muy en cuenta por el usuario final.
Son cuestiones como la búsqueda en la mejora de la eficiencia energética, la potenciación del uso de instalaciones apoyadas por fuentes de energía renovable y el uso de materiales reciclados las que han liderado las últimas modificaciones del marco normativo en el diseño de edificios y las que han impulsado el ámbito reglamentario hacia una reconversión energética integral y una adaptación del actual parque inmobiliario, obsoleto en gran medida en esta materia. Para ello, se ha desarrollado entre otros, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC), principal baluarte a tener en cuenta a la hora de acometer estas misiones y financiado con fondos europeos.
Adaptación del mercado asegurador al entorno actual
Desde Asefa hemos aceptado el reto que implica la adaptación a las necesidades de esta nueva sociedad, buscando acompañar a nuestros clientes en esta demanda al alza de un nivel de prestaciones cada día más exigente por parte del usuario final, ofreciéndoles todo nuestro conocimiento y experiencia como especialistas en el sector de la construcción.
Para ello, Asefa ha diseñado la Garantía Trienal de Habitabilidad con la que el promotor puede acompañar su póliza de seguro Decenal de Daños y con la que conseguir un nivel de cobertura integral del inmueble no solo ante posibles daños materiales que se puedan originar con el paso del tiempo, sino además poder hacer frente a las reclamaciones más recurrentes en el día a día de la puesta en uso de las viviendas, tales con ruidos en las instalaciones o entre viviendas u olores ajenos en cocinas y baños.
Hoy en día el requisito de habitabilidad es un derecho adquirido no negociable en cualquier inmueble de nueva construcción o a rehabilitar y la industria de la construcción ha de preparase y protegerse ante un nuevo perfil de cliente más exigente, lo que sumado a la presión regulatoria en este sentido hace que la Garantía Trienal de Habitabilidad de Asefa sea el mejor compañero de viaje.