Una de las primeras conclusiones del estudio ‘Radiografía del inquilino 2023’ es que la demanda de alquiler sigue creciendo
Aunque habitualmente las noticias relacionadas con los problemas en torno al alquiler suelen tener como protagonistas actos de vandalismo, impagos o inquiocupaciones, lo cierto es que “en un contrato de alquiler se pueden producir situaciones de incumplimiento por ambas partes”, recuerda la abogada de ARAG, Montse Martín. Precisamente es uno de los puntos que analiza la compañía de seguros de Defensa Jurídica en su Radiografía del Inquilino 2023, realizado para arrojar luz sobre cómo es el arrendatario en España y cuáles son sus necesidades y problemas concretos.
Una de las primeras conclusiones a las que llega este estudio es que la demanda de alquiler sigue aumentando. Pese a ello, la oferta de viviendas en alquiler se redujo un 17 % durante el cuarto trimestre de 2022 en comparación con el mismo trimestre del año pasado, según el portal Idealista. La Radiografía también analiza el mercado, en el que el precio de los alquileres ha seguido al alza, sobre todo en zonas tensionadas. Según Idealista si se compara con el dato de hace un año, la subida es del 7,3%.
Algunos de los problemas más comunes a los que se enfrentan los inquilinos son la falta de realización de obras de conservación en la vivienda, la no sustitución de los electrodomésticos que finalizan su vida útil y obligar al inquilino a finalizar el contrato anticipadamente porque el propietario quiera vender la vivienda. Asimismo, a veces los propietarios “alegan la necesidad de recuperar su vivienda sin un motivo de necesidad concreto”, como apunta la abogada de ARAG. En otras ocasiones, se intenta resolver el contrato de alquiler antes de su finalización “por incumplimientos del inquilino que hay que demostrar”, recuerda.
Otra fuente de conflictos entre las partes es la fianza, cuando no se deposita en los organismos de vivienda de cada comunidad autónoma o no se devuelve al finalizar el contrato de alquiler “sin que existan daños injustificados”, aclara Martín. Las condiciones económicas del arrendamiento, de igual modo, constituyen un terreno abonado para prácticas que pueden constituir incumplimientos contractuales como la petición de intereses abusivos por los retrasos en el pago de la renta mensual o de indemnizaciones contrarias a la ley cuando es el inquilino el que quiere dejar la vivienda anticipadamente. Entre las situaciones que también se dan están el no aceptar la recepción de las llaves por parte del propietario -con lo que evita devolver la fianza-, no hacer recibos cuando la renta de alquiler se paga en efectivo, actualizar la renta o repercutir gastos cuando no hay pacto expreso en el contrato, reclamar daños de la vivienda sin justificar que han sido ocasionados por el inquilino o, incluso, obligar al inquilino a devolver la vivienda pintada.
Ante la complejidad y tensión que ha alcanzado el mercado inmobiliario y particularmente el del alquiler, la contratación de servicios especializados de defensa jurídica como ARAG Inquilino – que incluso cubre el adelanto de la fianza cuando el propietario la retiene- debería ser considerada por parte del inquilino de la misma utilidad, al menos, que el seguro de impago de rentas por parte del propietario.