La gestión empresarial en la actualidad está fuertemente influenciada por la percepción de los consumidores, y la sociedad en general. El impacto social y medioambiental es clave pero, además, influye la reputación, la capacidad de empatía… las grandes consultoras apuntan a un nuevo concepto de crecimiento empresarial: La economía de la reputación y los intangibles.

La inversión en los activos intangibles, como factor de crecimiento, representa un crecimiento del 29% para las mayores compañías del mundo según los datos del ‘Global Intangible Tracker de Brand Finance’.

Ganan protagonismo en la carrera de la inversión en intangibles: el conocimiento, el capital intelectual, relacional o medioambiental. Pero no sólo se trata de identificarlos y aplicarlos sino también gestionarlos, evaluarlos e integrarlos en la cultura organizacional de forma atraigan e impulsen las capacidades distintivas de las personas y las empresas e, incluso, que las conviertan en más competitivas con una nueva visión de progreso.

Es fundamental, por tanto, fortalecer los sistemas de gestión de intangibles además de fomentar que estén incluidos de forma plena y activa en la toma de decisiones estratégicas de la organización.