Los datos no dejan lugar a la duda: el 56% del resultado de la banca este año proceden del negocio asegurador. Un porcentaje que se ha disparado a consecuencia de la covid pero que deja claro el giro radical del negocio bancario y su dependencia de la comercialización de productos aseguradores. Una razón más para reforzar la oferta de valor de los verdaderos expertos en seguros.

Lejos han quedado los tiempos en el que el protagonismo de las cuentas de la banca recaía en la actividad tradicional de estas entidades. Las cifras de los últimos años muestran que el peso de la aportación del negocio asegurador no deja de crecer. Una tendencia que ha experimentado un nuevo y significativo avance con la pandemia.

La banca se agarra a los ingresos procedentes de la actividad aseguradora para apuntalar sus cuentas y este modelo se va a mantener, al menos en el corto plazo. Diferentes entidades como el BBVA y el Banco de Sabadell han anunciado en las  últimas semanas su intención de seguir impulsando esta vía de negocio para el próximo ejercicio y más allá.

A pesar del éxito de la bancaseguros, lo cierto es que su modelo de negocio está rodeado de sombras que se centran en el sistema de distribución. La pandemia, precisamente, ha exhibido públicamente algunas de las malas prácticas de la banca en la comercialización de seguros. El más sonado de todos los casos surgió en las primeras semanas de la crisis sanitaria cuando una joven emprendedora denunció que su banco le exigía la contratación de una seguro con la entidad como condición para tramitar un préstamo que contaba con un aval público.

Más recientemente, una sentencia judicial condenó a otra entidad también por malas prácticas en la distribución de seguros. Los Colegios de Mediadores de todo el país, a través del Consejo General, denuncian las malas prácticas de la banca y facilitan a los consumidores que denuncien cualquier práctica abusiva en la distribución de seguros.

A pesar de la presión comercial de las entidades bancarias y su afectación al negocio de los mediadores, lo cierto es que la capacidad de retención de la banca sigue sin despegar. Ahora más que nunca es necesario redoblar los esfuerzos para poner en valor la aportación de los mediadores. Comunicar a los clientes y consumidores, por ejemplo, que no tienen ninguna obligación de contratar un seguro con la entidad que les concede un préstamo o una hipoteca.

Te recordamos la importancia de compartir con tus clientes los vídeos que se generan a través de la campaña ‘¿Para qué sirve un mediador de seguros?’, que ha puesto en marcha el Col·legi y en la que se destaca el valor del asesoramiento de los agentes y corredores en diversos ramos y tipologías de producto asegurador. Es el caso de este vídeo sobre la aportación de la mediación en el seguro de autos.