Garantizar que las personas se sientan percibidas –que son parte del equipo- y valoradas por su labor es una de las funciones básicas que deben desempeñar los líderes. Concretamente, es un trabajo, según destaca la coach ejecutiva Susan Pepercorn en el Harvard Business Review, es un trabajo de los gerentes de personal.

Es clave realizar estas cinco preguntas:

1) ¿Cómo te gustaría crecer dentro de la empresa?

2) ¿Sientes un sentido de propósito en tu trabajo?

3) ¿Cómo te puedo ayudar a hacer mejor tu trabajo?

4) ¿Qué es lo que no estamos haciendo como empresa que deberíamos hacer?

5) ¿Tienes la oportunidad de hacer lo que mejor sabes hacer cada día?

Estas cuestiones deben realizarse en algún momento e, incluso, de forma periódica. Hay que permitir las respuestas claras facilitando, sobre todo, la escucha. Reclutar talento es una tarea difícil pero también lo es retenerlo. No prestar atención a las prioridades de las personas –tanto profesionales como personales- puede llevar a la pérdida de ese activo fundamental que nos ayuda a diferenciarnos como organización.

Cuando los líderes cotejan las respuestas de su equipo de forma regular no solo les puede ayudar a realizar mejoras en el desempeño y obtener resultados dentro de la organización. También se obtiene un sentimiento de valoración y pertenencia por parte de los empleados que se sienten más recompensados y se convierten en defensores activos de la organización y, por supuesto, de su departamento.