Los propietarios de mascotas recurren cada vez más al seguro para cubrir una serie de riesgos reales y frecuentes que se derivan de asumir la responsabilidad de incorporar a un perro o un gato, los animales de compañía más habituales, a la familia.

¿Cuáles son las coberturas más habituales que ofrece el seguro en estos casos? Por empezar por alguna, mencionaremos la asistencia veterinaria. Cómo nos sucede a las personas, los animales necesitan cuidar de su salud. Por su puesto, enferman, precisan de intervenciones quirúrgicas, de una prevención activa y, además, sufren accidentes que requieren cuidados específicos.

Cada vez hay más seguros que atienden estas necesidades ofreciendo un cuadro veterinario propio o abonando las facturas del profesional que tu elijas, dentro de los límites fijados por la póliza. Es una fórmula que garantiza la mejor asistencia veterinaria a nuestra mascota y, al mismo tiempo, evita que estos costes se descontrolen. Consulta a tu mediador de seguros sobre las posibilidades existentes en el mercado y te ayudará a seleccionar la opción que mejor se ajusta a tus necesidades.

Este tipo de pólizas incluyen algunas coberturas adicionales. Por ejemplo, en caso de que nos roben a nuestro perro o se pierda. Dispondremos de recursos económicos para agilizar la búsqueda y la recuperación una vez lo hayamos encontrado.

Otra cobertura es la de fallecimiento. Muchos de estos seguros incluyen una indemnización en caso de muerte del animal que permite al propietario hacer frente a los gastos de entierro y/o incineración. Nuevamente, nuestro mediador podrá darnos los detalles sobre esta garantía en los diversos productos existentes.

Un aspecto presente que muchos de los seguros de mascotas tienen presente el cuidado de nuestro peludo si temporalmente no nos podemos hacer cargo, como por ejemplo si hemos de someternos a una intervención quirúrgica. En ese caso, tu seguro se encargará de asumir los costes de proporcionarle una casa y cuidados hasta que estemos en condiciones de asumir de nuevo su cuidado.

Una última necesidad en la que el seguro nos ofrece apoyo tiene que ver con la responsabilidad civil que asumen los propietarios por ley frente a los posibles daños a terceros que pueda causar nuestra mascota. En el caso de los perros, estamos obligados por ley a contratar una póliza de RC en algunas comunidades autónomas y en todo el país si nuestro can pertenece a una raza peligrosa.

Si tenemos un seguro de hogar, es muy posible que nuestro perro esté cubierto por la póliza. Consulta a tu mediador para conocer si tu seguro incluye a las mascotas en la garantía de responsabilidad civil y el valor del capital asegurado. De esta manera, sabrás si cumples las exigencias legales.