¿Por qué puede haber resistencia al análisis de datos avanzado a pesar de que a nuestros competidores les haya resultado muy rentable? Es una pregunta que se formularon los expertos Nicole DeHoratius, Andrés Musalem y Robert Rooderkerk para, tras la conclusión de una encuesta a líderes empresariales, extraer seis puntos conflictivos fundamentales que los describen y que han publiado en ‘Harvard Business Review’.

1.- La cultura de una empresa es el primero de los puntos de resistencia. La aversión al riesgo y no clarificar objetivos claros de qué debe extraerse de la analítica es fundamental.

2.- Cómo afecta a la organización, a la estructura organizativa y a la toma de decisiones. Tener analíticas no es solo tener resultados, es ver cómo se aplican y cómo influyen en la organización interna y en las decisiones estratégicas, y diarias, a tomar.

3.- Quién interpreta la analítica. Si la función de análisis está cargo de personas que no entienden realmente el negocio sus recomendaciones no tendrán influencia.

4.- Recursos para lograr objetivos. Los proyectos de análisis suelen tener un calendario que requiere inversión y recursos. Hay organizaciones que precisas ese esfuerzo en el día a día y, por tanto, posponen la iniciativa.

5.- Sistemas heredados. Los hábitos y procesos de la empresa pueden influir de manera decisiva en la actualización, formativa y de herramientas precisas, para contar con una analítica avanzada que ayude a realizar avances y contribuya a modificar estrategias.

6.- La gestión de los datos. Esta tiene que estar coordinada. No debe ocurrir que estén aislados en varios lugares de la empresa y no se gestionen de forma organizada. Es clave recopilar los datos que son útiles para la compañía y que haya expertos o medios para interpretarlos.