Uno de cada cuatro ciudadanos quiere asegurar sus desplazamientos al margen de que medio de transporte utilicen
Diversos estudios ponen de manifiesto un cambio profundo en los hábitos de movilidad de los ciudadanos que tiene una clara afectación para la industria aseguradora. Preferencia por los vehículos con energías alternativas y por la micromovilidad son algunas de las claves de futuro. Pero uno de los aspectos más destacados es que los ciudadanos quieren asegurar sus desplazamientos con independencia del medio de transporte que utilicen.
Una de las conclusiones más llamativas de un estudio realizado por la consultora Capgemini sobre Seguros de No-Vida a nivel mundial, revela que el 42% de los asegurados quieren asegurar sus desplazamientos al margen de cual sea el vehículo que utilicen para moverse en cada momento. Es un cambio de concepto ya que significa pasar de asegurar los bienes a ofrecer cobertura personalizada relacionada con la actividad del asegurado.
El mismo informe destaca que esta tendencia plantea dificultades a las compañías y que, a juzgar por los datos, adaptarse a este cambio no resultará sencillo. Poco más de un tercio de las compañías consultadas por Capgemini aseguran que están en condiciones de poder atender esta demanda con la creación de nuevos productos específicos.
La petición manifestada por uno de cada cuatro de los asegurados que participaron en el estudio está alineada con dos grandes tendencias que se detectan en el mercado asegurador desde hace años. Por una parte, la demanda en favor de seguros cada vez más personalizados a las necesidades de cada cliente; por otra, el auge de la llamada micromovilidad y el uso de transporte multimodal especialmente en las ciudades.
Sobre este último aspecto, el estudio de la consultora también proporciona algunos datos. Estos dos conceptos alternativos de movilidad que sumados al uso de vehículos compartidos se duplicarán hasta alcanzar el 58% en 2025. Cada vez son más los ciudadanos que combinan el uso de su vehículo privado o del transporte público con el alquiler de bicicletas o vehículos de movilidad personal para completar un único trayecto en las grandes ciudades.
Otras tendencias que reflejan diversos estudios están relacionadas con el aumento de la sensibilidad de los ciudadanos en favor del uso de vehículos movidos por energías alternativos. No obstante, este proceso, por lo que se refiere al vehículo eléctrico de uso particular, parece que podría frenarse claramente por causas puramente económicas. La actual situación de crisis no facilita el cambio de vehículo y el precio más de estos coches supone un impedimento para su crecimiento.
Además, en el caso de España y de otros países europeos, falta una infraestructura de equipamientos de recarga que faciliten los desplazamientos con un vehículo eléctrico, a pesar de los avances que se producen continuamente en esta línea.
En cualquier caso, el vehículo eléctrico ya cuenta con una gama amplia de productos aseguradores, por lo que no sería un problema urgente a resolver por parte de las compañías. Con todo, es evidente que hay margen de mejora también en este punto.
Más preocupante para las aseguradoras es otra de las tendencias crecientes en el ámbito de la movilidad que es el vehículo conectado y autónomo, que en 2030 alcanzarán la cifra de 0,57 billones en todo el mundo. Actualmente, no superan las 0,07 billones unidades. Las compañías de seguros reconocen que los llamados vehículos ACES presentan un reto tecnológico importante para el que todavía se están preparando.