Hay sectores más afectados que otros. Por ejemplo, muchas empresas químicas, de reciclaje o de alimentación están pasando por un momento muy delicado debido a la falta de pólizas que cubran determinados riesgos. En 2022 se produjeron unos 125.000 siniestros en empresas y ahora sobrevuela la amenaza de tener algunos riesgos importantes sin coberturas.

La ausencia de productos para asegurar tanto nuevos riesgos como renovaciones han provocado una gran sensación de inseguridad, más teniendo en cuenta que que no se ve una solución clara y rápida. El problema es de tal magnitud que prácticamente hay unanimidad en solicitar la entrada del sector público para poder garantizar que habrá seguros que ayuden a no parar la actividad industrial. Una posible solución es crear una entidad parecida al Consorcio de Compensación de Seguros. Otra es endurecer la ley para obligar a mejorar las medidas de seguridad en un intento de reducir la siniestralidad.

Para las empresas, es estresante no lograr pólizas para algunos riesgos y es igualmente estresante enfrentarse a la renovación de algunos seguros porque las condiciones de renovación son muy duras, llegando a incrementar el precio de la póliza un 200%. Hay sectores en mayor peligro. El sector de la alimentación es uno de los que más percibe los problemas de aseguramiento. Les penaliza el uso de paneles sándwich en las factorías, ya que se trata de un material muy inflamable que puede causar la destrucción de las instalaciones en caso de incendio.

El sector del reciclaje es, probablemente, el más afectado ante la imposibilidad de asegurar las naves industriales, además de otros riesgos. Esto produce una gran inseguridad a las centenares de pymes que hay en este segmento de la economía española. Una posible solución parcial y temporal es la creación de un pool de aseguradoras para repartirse el riesgo y que esta decisión vaya acompañada por una modificación de las medidas anti incendios para que sean más severas y efectivas.